domingo, agosto 10, 2008

Somos frágiles

Una imagen que no se volverá a repetir nunca tal cual. La mala suerte ha llegado a este hogar, el de mis tíos. Viven en Francia y veranean cada año en Tarragona para disfrutar de las playas. Mi tío, Patrick, se lanzó al mar desde un pequeño acantilado ayer tarde, con tan mala fortuna que cayó sobre una zona poco profunda y con rocas. Se fracturó algunas vértebras y ha quedado irremediablemente paralítico de cintura para abajo. Ahora están esperando a ver si los brazos, que no paran de convulsionarse, podrán salvarlos. Todo depende de cómo vayan estas semanas que siguen.

Afortunadamente está vivo, sí, pero es una enorme putada, una mierda, lo que le ha sucedido. Sólo pido que se salve de cintura para arriba. Ánimo para mi tía, Annie, y sus hijas, Clara y Celia, ambas adolescentes, y su hijo ya algo más mayor Pierre, que fue quien le salvó de morir ahogado. Y sobre todo ánimo y mucha fuerza para Patrick, un hombre extremadamente vital y alegre. Ojalá pueda mantener ese humor una vez superado el trauma. La vida sigue... y estas cosas nos enseñan lo frágiles que somos ante el mundo, en un momento, tu vida puede cambiar bruscamente y hay que disfrutar de todo lo que tenemos. Nunca se sabe cuándo lo podemos perder.