viernes, junio 19, 2009

Me apetece escribir, a ver qué sale...

Me levanté una mañana y todo cambió. Comenzó una pesadilla presentida hacía tiempo, pero arrinconada en el pensamiento, autoengañando a la conciencia. Ya no nos podíamos engañar más, pero sí nos podían seguir engañando durante lo que resultaron dos angustiosos años en los que vi cómo se consumía mi madre, cuando el cáncer de la mente la atrapó, hundiéndose en la tristeza y la desesperación. Como Zapatero con la crisis, intento ver brotes verdes, pensar que lo peor ya ha pasado y que, poco a poco, encontraremos una normalidad que no será ya nunca la misma de antes.


No hay comentarios: